sábado, 29 de marzo de 2008

Dulce mañana

El edredón me tapa hasta las orejas. Siento mi desnudez y el suave tacto de la tela en mi piel. Abro los ojos y le miro: aún duerme. Jamás mi cama me pareció un lugar tan maravilloso.

Recuerdo la noche anterior: las risas en la cena, el vino en mis venas, el postre en la calle, cuando me cogió por la cintura y me besó apasionadamente; la llegada a mi casa, la imperiosa necesidad de desnudarnos y sentir nuestros cuerpos y por fin, la entrega total en la cama. Esta vez nos hemos entendido mejor, la maraña de manos y pies de la anterior ocasión se ha convertido en una danza acompasada, las posturas parecían haber sido debatidas previamente y la energía positiva fluía entre nosotros.

Juan Carlos, ajeno a mis recuerdos, sigue durmiendo y yo le contemplo sin prisas, no tengo ganas de levantarme. He encontrado, tras unos desafortunados días, mi propio paraíso.

Me acerco a él despacio, deseo sentir el calor de su cuerpo, pero a pesar de mis cuidadosos movimientos, abre los ojos, me mira y me sonríe. Nos abrazamos, acaricio sus brazos, resbalo mis dedos por su espalda, palpo sus nalgas. Él se estrecha más aún a mí, enreda sus dedos en mi pelo, cobija mis pechos en sus manos, juega con su rodilla entre mis muslos. Siento mi propia excitación: la sangre bombea apresurada, mi sexo comienza a inflamarse y la satisfacción de su deseo y el mío son mis objetivos primordiales. De la misma manera, siento la excitación de Juan Carlos: su estandarte ha comenzado a crecer y lo noto entre mis piernas.

No creo que haya forma mejor de empezar un nuevo día.


2 comentarios:

Erotismo dijo...

bueno, no está mal que por fín ninetta tuviera su momento de intimidad dulce y apasionada!!!

Me gusta esta ninetta, hasta más que Alice... pero, un poquito de que alguien la mime, no está mal.

besos

Félix Amador dijo...

Ay, Ninetta, me alegro que la cosa se vaya enderezando (ejem, me refiero a tu vida sentimental) y que te veas tan alegre.

Lo peor es que nos dejas con celos y eso no está bien. No está nada bien. Bueno, te lo perdono porque tu foto me ha alegrado la mañana.

Un beso.