domingo, 23 de noviembre de 2008

Maldito domingo

El despertar fue terrible por múltiples motivos. La luz del amanecer tras una borrachera aporta una desagradable perspectiva de la vida. Me dolía la cabeza y tenía el cuerpo entumecido, pero lo peor era ver que estaba Clara y no un hombre a esas horas a mi lado.

Me incorporé como pude y me fui directa a la ducha, mi amiga más fiel en los malos momentos que siempre conseguía aliviar, por lo menos a nivel epitelial, mi malestar. Al salir me sobresalté al ver que Clara se abalanzaba sobre mí y me daba un fuerte abrazo. Es cierto que el alcohol puede transformar en íntimos a amigos que hacía unos minutos tan sólo eran simples conocidos, pero de ahí a tener un contacto carnal por su culpa me resultaba algo exagerado.
-¡Eres un cielo Ninetta!-afirmó Clara dándome un sonoro beso en la mejilla- No sabes lo que te agradezco que me dejes quedarme en tu casa, me horroriza la idea de estar sola sin Jerónimo.

Miré a Clara sin comprender lo que me estaba diciendo o más bien, sin querer hacerlo por miedo a conocer la terrible verdad que parecía pesar sobre mí: que Ninetta, aparte de buena, era una completa estúpida que además era incapaz de beber con algo de sensatez sin soltar ninguna majadería.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ninetta and Company! ¡Qué chuli!
¿Se acabaron sus zorrerías nocturnos o eso dará más morbo a los encuentros?
Te sigo, nena, allá dónde me lleves.
Un beso.

Ananda dijo...

Hola Ninetta. ¡Qué malo es el alcohol! No sé que le dirías a tu amiga la otra noche, pero me temo que la has cagao. Con la bebida siempre la caga uno. Hace justamente dos meses volvía por la noche a mi casa cuando decidí pasarme un ratito por el Jackson a tomarme unas cervecitas y a bailar como un poseso (cada día pincha alguien distinto) Hace cuatro o cinco años que perdí la vergüenza en algun sitio y desde entonces dejé de ser feo, tímido y apocado. y ahora me la refanfinfla.
Totá, que ligué. Lo increíble sucedió. Con dos chicas. Me gustaba más la del pelo cortito que la de pelo negro y media melena. Pero aprovechando un instante de cercanía, me hizo saber que su amiga era lesbiana.
Ah, bien. Bueno saberlo. Y, claro, ya me quedé más ratito con ella. Pero, pero, pero, llevaba ya muchas cervecitas desde el mediodía. Y cuando por fin llegamos a su casa,como a las cinco y pico, yo creo que estaba algo borracho.
La polla, morcillona na más. Y encima no teníamos condones.
¿Me amilané yo por eso?
¿Me cogí la bicicleta y me fuí para mi casa?
¿Empezé a disculparme y a pedir perdón por el desencanto?
¡No! ¡No! Y ¡No!

Le comí el coño como me parece que hacía tiempo que no se lo comían.
Lo que yo llamo un completo.
Y nos lo pasamos de puta madre.
Y además, luego, ella tuavo el detalle de comerme la polla a mi y todavía me hago pajas pensando en ello.

Con esto, no sé qué es lo que quiero decirte. Pero algo será.

Pásate por mi blog, anda. Estoy casi seguro que te va a gustar
Bueno, besitos y perdón por la parrafada.