martes, 3 de febrero de 2009

Una buena faena

Miré las paredes de mi despacho por última vez. Aún no me podía creer que mi jefe me hubiera echado del trabajo tan impunemente y aplicando como único criterio para hacerlo simple y llanamente la injusticia. Aunque por unos instantes tuve la peregrina idea de volver de nuevo su despacho y arrastrarme hasta él miserablemente suplicando la readmisión una vez que hubiera convencido a la loca de su mujer de que yo no quería nada con su marido, descarté la idea de inmediato, ni mi orgullo ni mi dignidad maltrecha merecían ser pisoteadas una vez más por aquel gilipollas.

Me pasé el resto de la mañana recogiendo las pocas pertenencias que guardaba en mis cajones y borrando del disco duro del ordenador todos los archivos que de alguna forma me podrían comprometer. Cuando salí para despedirme de mis compañeros más cercanos, sentí una opresión en mi pobre corazón malherido. Deseaba desahogarme con alguien en ese momento así que cogí mi teléfono móvil y llamé a Andrés. Tras intentarlo tres veces desistí y me rendí, guardé mi teléfono derrotada e intenté contener mis lágrimas. No quería que mis compañeros se dieran cuenta de la absoluta debilidad psicológica que me dominaba en esos instantes. Ya llegaría la hora de vengarme en un futuro de todos los que de alguna forma u otra me estaban fastidiando el presente.

-Lo siento mucho Ninetta-se lamentó Pepe al ir a contarle la noticia.-Si necesitas algo, llámame cuando quieras. Ya sabes que para mí siempre serás especial...

Pepe me miró media décima de segundo a los ojos y bajó su mirada mientras movía en círculos su pie derecho igual que si fuera un chiquillo tras haber cometido una fechoría.

Al salir a la calle sentí que de nuevo me obligaban a comenzar una etapa nueva en mi vida, otra vez las dudas y la incógnita sobre lo que iba a deparar mi futuro dominaban mis pensamientos. Esta vez, sin embargo, no era yo la que me divorciaba, el destino se burlaba de mí con una forzada separación laboral.

La crisis sumaba a las listas de desempleados una nueva parada más.

No hay comentarios: