Hace varios días que Juan Carlos y yo no nos llamamos. Un breve periodo de reflexión tampoco nos viene mal a pesar todo. No obstante, he suplido las carencias afectivas que él me proporcionaba con unos buenos achuchones por parte de mi vecino. No puedo evitar ponerme como una moto a su lado, el cerebro se me ablanda en esos instantes como por arte de magia.
El juego de los mensajes porno multimedia me está gustando más de lo que yo hubiera pensado. El reto: sacarnos fotos en los lugares más insospechados o arriesgados. He vuelto a tener otra sesión fotográfica con él. Un provocativo y sugerente vestido de red ha sido el protagonista. Jamás me habían regalado nada tan excitante, me ha gustado sentirme dentro de él, ver como ceñía mis pechos y achuchaba mis nalgas. No podía dejar de mirarme narcisistamente al espejo, olvidando por unos momentos a Ninetta, su vida y sus preocupaciones y me he convertido en otra mujer, cuya única preocupación era la de satisfacer sus deseos. Porque lo cierto es que este mes no ha sido muy bueno y no me refiero simplemente a los problemas sentimentales, los problemas económicos empiezan a tomar una preocupante primera posición. Necesito urgentemente que llegue final de mes y cobrar de nuevo. El seguro del coche me ha subido vertiginosamente por culpa del accidente que tuve a finales del año pasado cuando llevaba a Andrés al hospital y tuve la mala fortuna de chocar justamente con un coche de policía. Creo que esto está doblemente gravado por las compañías aseguradoras. Es imposible entrar en un supermercado sin salir después con una extraña sensación de que has sido timada miserablemente. Y las gasolineras últimamente parece que no expenden gasóleo, sino caviar iraní del bueno, dados sus precios.
Pero lo peor ha sido el aviso de mi banco comunicándome amablemente mi nueva cuota hipotecaria, recién revisada tras las últimas subidas del Euribor. Cuando he leído la cuota unas veinte veces, he sentido un extraño mareo que me ha hecho sentarme en el sillón de mi propiedad para asimilarlo. Miro las baldosas de mi piso y me pregunto cuántas de ellas serán ya realmente mías. 140 euros de aumento suponen todo un trastorno en mi vida. ¡Hace siglos que no ahorro!
Tras el susto inicial y tras intentar hacer cuentas con los dedos sin mucho éxito para buscar una solución a mi problema, he optado por coger un papel, un bolígrafo y me he propuesto hacer un plan de ahorro urgente. Tengo que disminuir mis gastos en la misma proporción en la que ha aumentado el maldito tipo de interés. Aún recuerdo mi etapa de casada con Manolo, cuando el pago del préstamo que solicitamos por la casa no nos suponía ningún problema y lo pagábamos cómodamente entre los dos. Tras divorciarme y quedarme yo con ella, tuve que rehipotecarla para dar a Manolo la parte que le correspondía.
Así que hasta final de mes, nada de lujos. Se acabaron las copas de fin de semana, la ropa de temporada y los taxis al salir del trabajo. Echaré un vistazo a las recetas del libro de cocina que mi madre me regaló al casarme y haré comida casera para evitar los restaurantes. Haré un serio estudio de las ofertas de los supermercados y compraré en el más barato. Intentaré usar menos el coche y más el transporte público, por mucho que odie que la gente se agolpe contra mí. El petróleo amenaza con ponerse por las nubes y de momento, las colonias que me han regalado desde hace años y que acumulo en un cajón, dudo que funcionen como sustituto.
Me siento igual que el ministro de economía mientras explica en la televisión su política restrictiva del gasto público para afrontar la crisis económica.
¿Tendré que reducir también el número de mis mensajes multimedia?
El juego de los mensajes porno multimedia me está gustando más de lo que yo hubiera pensado. El reto: sacarnos fotos en los lugares más insospechados o arriesgados. He vuelto a tener otra sesión fotográfica con él. Un provocativo y sugerente vestido de red ha sido el protagonista. Jamás me habían regalado nada tan excitante, me ha gustado sentirme dentro de él, ver como ceñía mis pechos y achuchaba mis nalgas. No podía dejar de mirarme narcisistamente al espejo, olvidando por unos momentos a Ninetta, su vida y sus preocupaciones y me he convertido en otra mujer, cuya única preocupación era la de satisfacer sus deseos. Porque lo cierto es que este mes no ha sido muy bueno y no me refiero simplemente a los problemas sentimentales, los problemas económicos empiezan a tomar una preocupante primera posición. Necesito urgentemente que llegue final de mes y cobrar de nuevo. El seguro del coche me ha subido vertiginosamente por culpa del accidente que tuve a finales del año pasado cuando llevaba a Andrés al hospital y tuve la mala fortuna de chocar justamente con un coche de policía. Creo que esto está doblemente gravado por las compañías aseguradoras. Es imposible entrar en un supermercado sin salir después con una extraña sensación de que has sido timada miserablemente. Y las gasolineras últimamente parece que no expenden gasóleo, sino caviar iraní del bueno, dados sus precios.
Pero lo peor ha sido el aviso de mi banco comunicándome amablemente mi nueva cuota hipotecaria, recién revisada tras las últimas subidas del Euribor. Cuando he leído la cuota unas veinte veces, he sentido un extraño mareo que me ha hecho sentarme en el sillón de mi propiedad para asimilarlo. Miro las baldosas de mi piso y me pregunto cuántas de ellas serán ya realmente mías. 140 euros de aumento suponen todo un trastorno en mi vida. ¡Hace siglos que no ahorro!
Tras el susto inicial y tras intentar hacer cuentas con los dedos sin mucho éxito para buscar una solución a mi problema, he optado por coger un papel, un bolígrafo y me he propuesto hacer un plan de ahorro urgente. Tengo que disminuir mis gastos en la misma proporción en la que ha aumentado el maldito tipo de interés. Aún recuerdo mi etapa de casada con Manolo, cuando el pago del préstamo que solicitamos por la casa no nos suponía ningún problema y lo pagábamos cómodamente entre los dos. Tras divorciarme y quedarme yo con ella, tuve que rehipotecarla para dar a Manolo la parte que le correspondía.
Así que hasta final de mes, nada de lujos. Se acabaron las copas de fin de semana, la ropa de temporada y los taxis al salir del trabajo. Echaré un vistazo a las recetas del libro de cocina que mi madre me regaló al casarme y haré comida casera para evitar los restaurantes. Haré un serio estudio de las ofertas de los supermercados y compraré en el más barato. Intentaré usar menos el coche y más el transporte público, por mucho que odie que la gente se agolpe contra mí. El petróleo amenaza con ponerse por las nubes y de momento, las colonias que me han regalado desde hace años y que acumulo en un cajón, dudo que funcionen como sustituto.
Me siento igual que el ministro de economía mientras explica en la televisión su política restrictiva del gasto público para afrontar la crisis económica.
¿Tendré que reducir también el número de mis mensajes multimedia?
3 comentarios:
ops! Creo que he cometido un error. Pensé que esta novela ya estaba concluida y te coloqué el enlace en blognovelas.es en la sección de concluidas. Creo que tendré que recolocarla.
Bueno, no me he presentado. Soy Ángel, el administrador de blognovelas.es, una web que trata de aglutinar en un único espacio, las novelas blog en español que abundan en la red. Si nos visitas, comprobarás que me he tomado la libertad de realizar un pequeño banner de enlace hacia este blog. Si no te agrada y quieres cambiarlo, sólo tienes que decirlo. Al igual que si no quisieras figurar en el directorio. Yo por mi parte te agradecería enormemente que colocaras un pequeño banner hacia nuestra web aquí. (claro que no es una obligación); y por otro lado, decirte que blognovelas.es se pone a tu disposición para lo que desees, y que está abierta a tu participación del modo que quieras.
Si tienes alguna sugerencia que nos ayude a mejorar, somos todo oídos.
Y con esto me despido que quizá no sea la mejor manera de contactar contigo para hablar de esto, pero sin embargo es la única que tengo.
Un saludo y mi gran enhorabuena por una obra tan divertida y excitante a la vez. Espero poder seguirla asiduamente.
No Angel, aún no está entera en el blog, me di un pequeño descanso vacacional para continuar ahora en septiembre. Estoy encantada de que me hayas incluido en tu web y que te guste lo que escribo. Las aventuras de Ninetta continuan...
Besos.
Me alegro mucho de que hayas vuelto Ninetta.
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